miércoles, 16 de marzo de 2011

MLB Los Padres de San Diego nunca han ganado una Serie Mundial

Los Padres de San Diego nunca han ganado una Serie Mundial o lanzado un partido sin hits ni carreras, pero ellos de seguro son propensos a construir íconos. Dave Winfield definió el poder y la forma física en el San Diego Stadium antes de la fase de su carrera en el "Zoológico del Bronx". Tony Gwynn ganó ocho cetros de bateo mientras reclamaba para si el título del "Sr. Padre," y Trevor Hoffman aumentó su legado cada vez que salia del bullpen con el acompañamiento musical de "Hells Bells."

En años recientes, Jake Peavy y Adrián González atrajeros seguidores por diferentes razones. Los fanáticos de los Padres abrazaron a Peavy como el derecho bajo de estatura pero con un gran corazón, y llegaron a adorer a González como el chico local que puso grandes números en un estadio para hombres, por el proverbial descuento de casa.

Ahora todos se han ido. Winfield es un asesor senior para los Padres y Gwynn es coach de béisbol en San Diego State. Ambos ya están en Cooperstown, con sus placas que tienen la gorra de los Padres. Hoffman, quien recientemente comenzó a trabajar en la oficina central de los Padres, tendrá su propia placa dentro de algunos años. Peavy está lanzando para los Medias Blancas de Chicago, y González se ha movido a un nuevo capítulo en su vida como pelotero en Boston.

Bud Black Padres
AP Photo/Lenny Ignelzi¿Quién es la cara más famosa de los Padres? Quizás es su manager, Bud Black.

Si los fanáticos de los Padres encuentran descorazonante este pequeño desfile de íconos, ellos obtendrán alguna simpatía de parte del cerrador Heath Bell. Él nació en Oceanside, justo al norte de la ciudad, y sabe lo que significa desarrollar una afinidad con un jugador favorito para luego verlo partir. Cuando el Fraile se erige como el símbolo de la continuidad en la organización, eso muestra que el viejo principio de "apoyar el uniforme" está vivito y coleando en San Diego.

"Cuando yo me criaba, Steve Finley y Tony Gwynn eran como tus primos lejanos," dijo Bell. "Ellos eran parte de tu familia. Ellos estaban en la comunidad haciendo varias cosas. Ellos eran 'nuestros tipos.' En estos días los peloteros cambian de equipos todo el tiempo, y no son parte de la familia. Es como, '¿Quién es este primo distante que nunca antes había visto?"'

Este cambio, ¿crea una crisis de identidad o una oportunidad de mercadeo? Eso depende del punto de vista que lo analice.

Luego de ganar 90 partidos por apenas cuarta ocasión en la historia de la franquicia -- y quedarse cortos de los playoffs 2010 -- los Padres han entrado en una nueva fase. Post-Adrián González, ellos están siguiendo hacia adelante con una mezcla de chicos, algunos veteranos de posición que quizás estén de pasada, y mucho, mucho pitcheo.

Eso no es lo que constituye un equipo de 90 victorias. Ryan Ludwick es el principal bateador del 2010 que regresa con el equipo, ya que conectó 17 jonrones y 69 remolcadas con los Cardenales y los Padres. Orlando Hudson está con su cuarto equipo en cuatro temporadas. Brad Hawpe fue dejado libre por Colorado en agosto. Y el antesalista Chase Headley, el jardinero Will Venable y el receptor Nick Hundley todavía siguen buscando su lugar en el mundo.

Dada la composición de su roster, es entendible que los Padres estén repitiendo hasta el cansancio el lema de la unidad por encima de la individualidad. La portada de la guía de medios del equipo para el 2011 es un bate con una pelota, dos camisetas de los Padres y una gorra del equipo. No hay un solo ser humano en esa foto.

Si la cantidad de muñecos cabezones que regala el equipo es un indicador de la estrategia de mercadeo, es claro hacia donde se dirigen los Padres. El año pasado el equipo regaló figures cabezonas de cinco peloteros -- Headley, el intermedista David Eckstein, el abridor Clayton Richard, el campocorto Everth Cabrera y el jardinero Kyle Blanks. Este año el único Padre que sera honrado será Bud Black, el actual Manager del Año en la Liga Nacional.

"Hablamos mucho a través de la organización acerca del 'nombre al frente de la camiseta,' no solo la parte trasera," dijo el presidente de los Padres Jeff Moorad mediante un correo electrónico. "Requiere que un equipo gane, no que tenga un jugador estelar, así que no tener una 'cara de la franquicia' construída. Los jugadores van a surgir como favoritos de los fanáticos y como líderes debido a como juegan y como lucen y como actúan, no solo porque lo dicte un departamento de mercadeo de un equipo.

"Pienso que nuestro equipo está compuesto de jugadores que son buenos compañeros, que tienen fuego competitivo, que juegan el deporte duro y que quieren ganar todos los días. Este año veremos forma física y buen pitcheo y defensiva. Esperamos ver jugadores que disfruten jugar el juego que aman, que disfruten y que aprecien a sus compañeros, y que disfruten el éxito juntos."

Los cínicos podrían pensar que esto es una estrategia para engrasar las ruedas y luego cambiar a las estrellas del equipo una vez que se supere el presupuesto. Los Padres lo ven más como un modelo de buen negocio y un modelo para el éxito a largo plazo.

Encontrando una identidad

San Diego viene con sus propios y únicos retos, como un estado de vida óptima, con mucha diversión y cosas que hacer más allá de ir a un partido de béisbol. En el 2004, el año en el que debutó el Petco Park, los Padres atrajeron un total de 3 millones de fanáticos por primera y única vez en la historia de la franquicia. Luego de eso la asistencia ha ido declinando gradualmente, hasta que bajaron de los 2 millones enel 2009.

"

Bell Al final del día, realmente me gusta estar aquí. Es como estar en casa. Adoro esta organización y su cuerpo de entrenadores. Algunas veces al final del día, uno piensa, '¿No debe significar eso algo?'.
" -- El cerrador de los Padres Heath Bell

El año pasado, los Padres llegaron en el puesto 18 en el béisbol con 2.1 millones de fanáticos, pero al menos van en la dirección correcta. Su 11 por ciento de aumento en relación a la temporada anterior fue la cuarta mayor cifra en las mayores. Y un reporte de MLB de mediados de febrero mostró que el equipo tuvo el mayor crecimiento de nuevos boletos de temporada completa en la industria.

El hecho de que el lema del equipo sea, "¡Vengan a Vernos mientras Lideramos la Liga en Holds!" no hace que el pulso del fanático se acelere. Pero el Petco Park no es exactamente un paraíso ofensivo, así que la nueva "marca" organizacional está basada en una férrea defensiva, un corrido agresivo de las bases y el ganar los partidos con marcador 3-2.

"Sabemos como es nuestro estadio," dijo Black. "Sabemos nuestra situación financiera. Tenemos que darnos a conocer como un equipo que juega duro. Podemos lanzar. Jugamos defense. Jugamos un cierto tipo de béisbol. Jugamos el juego de la manera correcta. No cometemos errores o nos golpeamos a nosotros mismos. El rival sabe que tiene que venir a pelear con nosotros cada noche."

En algunas instancias, la situación en San Diego es similar es a lo que los Astros están pasando. Por años, Jeff Bagwell y Craig Biggio eran sinónimos de béisbol en Houston. Entonces se retiraron. Lance Berkman parecía que seguiría con el legado, pero los Astros lo cambiaron a los Yankees en Julio pasado. Ahora Drayton McLane Jr. está vendiendo el equipo, y los Astros están en modo de "¿Hacia dónde vamos de aquí en adelante?".

Considerando todas los problemas que pueden pasar las que se consideran las "caras de la franquicia," es más seguro a largo plazo el promover la parte del frente del uniforme. Los jugadores jóvenes pueden fallar en cumplir las expectativas, e incluso los jugadores establecidos se pueden lastimar, tener retrocesos o encontrarse en problemas fuera del terreno (hablamos de ti, Miguel Cabrera). Y es un hecho que los favoritos de las franquicias también se ponen viejos eventualmente. En el caso de Ozzie Smith en San Luis, Ken Griffey Jr. en Seattle y muchos otros, el final no es siempre bonito. No se vayan para que sigan el futuro de Derek Jeter con los Yankees.

Lo contrario también es cierto. Los Cardenales no planificaban que Albert Pujols llegara de las menores a los 21 años con 15 turnos al bate por encima de Doble A y ganara tres premios JMV en sus primeras 10 temporadas. Si Pujols se va a la agencia libre en noviembre, San Luis es un serio candidato para sufrir los dolores del abandono por la salida de la cara de la franquicia.

"Es grandioso para la organización si tienes esa persona," dijo Black. "Pienso en mis días en Kansas City cuando teníamos a George Brett. Pero eso toma años para desarrollarse, y esa persona tiene que pasar la prueba del tiempo en muchas áreas. No es solo el rendimiento en el terreno, sino quien es como persona fuera del terreno. Se trata de carácter, integridad y todas esas cosas con las que se puede identificar una persona. Muchos tipos no pueden pasar la prueba del temple. Si lo tienes, grandioso. ¿Es algo esencial? No."

¿La próxima cara grande?

Los competidores de los Padres en el Oeste de la Nacional reflejan diferentes modos de operar. Los Rockies han invertido más de $200 millones en acuerdos multianuales con Troy Tulowitzki y Carlos González. A los Dodgers les encantaría que Matt Kemp y Andre Ethier exploten como peloteros franquicia, pero son trabajos en progreso. Los Diamondbacks pensaron que Justin Upton ya sería ese tipo ahora mismo, pero no ha estado listo para abrazar esa responsabilidad. Y en cuanto a los Gigantes, ellos derivan su identidad de Tim Lincecum, Matt Cain y un dinámico grupo de lanzadores desarrollados en casa. Pero no fue hasta que Cody Ross llegó desde Florida y Aubrey Huff dejó ver su tanga de la suerte que los Gigantes finalmente llegaron a la tierra prometida.

Incluso si los Padres no tienen un jugador más grande que la vida en su roster, ¿podría alguien surgir como la nueva cara de la franquicia? Vienen a la mente algunos candidatos:

Latos
Latos
Mat Latos

Él es una máquina de citas y másca chicle con desenfado. Además, tiene suficientes tatuajes para apelar a la fanaticada más joven y suficiente talento como para llegar a varios equipos Todos Estrellas. Peroi Latos sigue trabajando para superar una inmadurez que ha sido alimentada por una pelea sin sentido con los fanáticos de los Gigantes. Además tiene 23 años, y tiene suficiente en su plato tratando de superar su temporada anterior, en la que lanzó 184 2/3 entradas, su mayor cantidad en su carrera. Probablemente es en su mejor interés que se quede quieto y que lance por un tiempo.

Headley
Headley
Chase Headley

Es un ciudadano sólido, con habilidades de liderato y una incuestionable ética de trabajo. El año pasado, Headley lideró a todos los antesalistas de Grandes Ligas con 161 partidos y 1,407 entradas jugadas. Pero como puede atestiguar cada bateador de los Padres que no se llame Adrián González, el Petco Park tiene su manera de tragar el poder y hacer que los números ofensivos luzcan bastante ordinarios. Las referencias comparables con Headley en el portal Baseball-reference.com son Lastings Milledge, Jim Gleeson y Willy Aybar. Y tiene un OPS de .790 como visitante, así que no todo se trata del Petco.

Kelly
Kelly
Los chicos de Boston

Los Padres tienen razones para esperar que el lanzador Casey Kelly, el primera base Anthony Rizzo y el jardinero Reymond Fuentes cumplan con las expectativas tras ser los peloteros involucrados en el cambio por González. Como sobreviviente del linfoma de Hodgkin, Rizzo tiene una historia que inspira. Kelly, un ex mariscal de campo de Tennessee, ha impresionado a los escuchas con su forma física, control y actitud. Pero no es un as. "Tiene que colocar la pelota en sus puntos, o le van a batear," dijo un escucha. "Llegó con muchas expectativas, la gente piensa que debería estar lanzando en las 97 mph. Pero ese no es su estilo."

Bell
Bell
Heath Bell

Desde la perspective del fanático, hay mucho que agrada sobre Bell más allá de su porcentaje de conversion de salvamentos de 90.8 por ciento en las últimas dos temporadas. Sale corriendo desde el bullpen. No es un Adonis en uniforme. Y si lo vieran compartiendo con la fanaticada en el entrenamiento primaveral, es claro que tiene buena química con el fanático común. Si el Rey de Reynas jugara béisbol de Grandes Ligas para vivir, este sería Heath Bell.

"Esa es mi personalidad," dijo Bell. "As;I soy. Siempre pensé que si llegaba a ser pelotero de Grandes Ligas, seguiría hablando con los fanáticos. Siempre pense que es lo más divertido que puede hacer un jugador, el hablar con los fanáticos o darles una pelota. No puedo firmarlas todas, pero lo intento.

"Al final del día, realmente me gusta estar aquí. Es como estar en casa. Adoro esta organización y su cuerpo de entrenadores. Algunas veces al final del día, uno piensa, '¿No debe significar eso algo?'"

Pero no piensen que Bell se está quejando. Se da cuenta que el béisbol es un negocio, y está convencido que el gerente Jed Hoyer tiene a los Padres encaminados en la dirección correcta con un plan a largo plazo. Pero Bell se encuentra en el año final de su contrato, y sera elegible para la agencia libre en noviembre, y sera difícil pautar una noche para regular figuras cabezonas de Heath Bell cuando vuelva como un ex Padre en julio. Esto se conoce en el béisbol como el Principio de Víctor Martínez.

"Quisiera estar aquí por muchos años," dijo Bell. "Si el Señor me bendice de esta manera, pues que así sea. Si el Señor dice, 'Te vas para otro lado,' pues me voy para otro lado. Basicamente eso no está en mis manos."

La continuidad es algo maravilloso si puedes lograrlo. En lugar de eso, los Padres tendrán que irse con su Plan B: ganar partidos de béisbol, y esperar que el resto se arregle por sí solo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario